Reflujo gastroesofágico: ¿cómo se diagnostica?

El reflujo gastroesofágico es una condición que afecta a muchas personas, generando malestar y complicaciones si no se trata adecuadamente. Si sospechas que puedes tener esta enfermedad, es importante conocer cómo se diagnostica. 

Aquí te explicamos los métodos más comunes utilizados en el diagnóstico del reflujo gastroesofágico.

1. Endoscopia de vías digestivas altas

La endoscopia es uno de los exámenes más importantes para el diagnóstico de esta condición. Este procedimiento permite a los médicos observar directamente el esófago y el estómago, lo que ayuda a:

  • Identificar la causa del reflujo: se puede determinar si hay alguna anomalía que esté contribuyendo a los síntomas.
  • Evaluar la severidad del daño: la endoscopia permite observar el grado de inflamación o irritación del esófago.
  • Detectar complicaciones: ayuda a identificar condiciones como el esófago de Barrett, que puede preceder al cáncer de esófago.

Además, durante la endoscopia, se pueden tomar biopsias del tejido afectado. Esto es sumamente útil para realizar un diagnóstico más específico y para descartar otras patologías, incluidas lesiones precoces que puedan ser cancerosas.

2. pHmetría esofágica

Este examen complementario mide el nivel de acidez del esófago. La pHmetría es útil para determinar, principalmente:

  • La frecuencia y duración de los episodios de reflujo: esto ayuda a entender la gravedad del problema.
  • Las posibles complicaciones: un nivel alto de ácido puede contribuir a condiciones severas si no se controla.

Este procedimiento se suele realizar durante 24 horas y puede proporcionar información valiosa sobre cómo los niveles de acidez afectan tu salud.

3. Manometría esofágica

Este examen evalúa la función del esófago y la presión en los esfínteres esofágicos. Es útil para diagnosticar trastornos de motilidad que pueden contribuir al reflujo. A través de la manometría se puede:

  • Identificar enfermedades del esófago: algunas condiciones pueden agravar los síntomas del reflujo.
  • Determinar si los músculos del esófago están funcionando correctamente: esto sirve para el manejo adecuado de la enfermedad.

El diagnóstico del reflujo gastroesofágico se realiza a través de una combinación de pruebas que permiten evaluar tanto la severidad como las posibles complicaciones de esta condición. Si experimentas síntomas como acidez frecuente, regurgitación o dificultad para tragar, te animamos a consultar con un especialista. Un diagnóstico oportuno y preciso puede hacer una gran diferencia en tu tratamiento y calidad de vida

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